lunes, 12 de octubre de 2020

El tiempo ha llegado

 

Estos tiempos actuales han sido para la humanidad sumamente caóticos, llenos de mucho dolor, marcado en apariencia por la muerte, la violencia en todos los campos, pero sobre todo por el miedo.

Debemos hacer un alto en el camino para que replanteemos que es lo que debemos dejar atrás, que debemos de mejorar no solo como individuos sino también como especie, que queremos ver a futuro, como queremos ver al planeta, ya que es nuestro hogar y este bello lugar nos ha permitido reencarnar y nos ha cobijado dándonos lo mejor, es hora de dejar el egoísmo y trabajar en equipo.

Es tiempo de enfocarnos en todo lo que deseamos, y en alejar o cortar cualquier pensamiento negativo que llegue a nuestra mente. La historia tiene un propósito muy importante. No repetir los mismos errores que hicimos a nivel personal y como la raza humana que somos. Es tiempo de separarnos y soltar todo lo que nos ha hecho daño por millones de años. Por eso es tan importante el desapego. ¿Sino trabajamos con el desapego como podremos ser felices de verdad? ¿Porque tengo que seguir con este sentimiento de miedo? ¿Hasta cuándo? ¡Ese tiempo ha llegado!!! Y lo primero que nos dicen nuestros guías por medio ya sea de registros akashicos, canalizaciones, tarot, reiki, constelaciones familiares, numerología y en fin toda practica holística son: Confianza, soltar, perdón, aceptación y positivismo.

Estas palabras son básicas para mejorar todos los aspectos de nuestra vida y la del planeta.

Así que de ahora en adelante nuestras preguntas serán: ¿En qué me beneficia esta situación? ¿qué debo cambiar? ¿cómo puedo ayudar? ¿cuál de mis habilidades debo manejar no solo para mi bien, sino para el bien común? ¿quiénes me podrían ayudar? ¿qué debo mejorar y que debo aprender?

Así que de ahora en adelante no solo debemos cambiar nuestra vibración, sino que también debemos dejar atrás los miedos y cambiar las preguntas que le hacemos al universo. Recuerden que todo cambia según nuestra vibración y los sentimientos que manejamos cada día. Las batallas en las cuales estamos actualmente son las de desprendernos de los miedos, dejar atrás todo lo que no nos sirve, vivir en plenitud, mejor dicho …estamos reaprendiendo a vivir y no aceptar más ninguna injusticia, recordemos las palabras del maestro Sananda(Jesús) No le hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti, amaos los unos a los otros y a todas las criaturas como yo os he amado. Con estas bellas palabras son las que nos indican que toda vida es importante y que cuando realmente veamos con los ojos del amor podremos vivir de manera armónica y feliz. Sananda tiene mucha razón en esta parte y por ello no se cansan nuestros guías, maestros espirituales y hermanos mayores de repetir estas enseñanzas.

Realmente estamos en una batalla épica muy importante ya que no solo debemos cambiar cada uno y de forma colectiva nuestro estilo de vida actual, es hora de sacar a flote nuestros dones y eso incluye los que creemos no tener, pero con la apertura del chakra del corazón y de solo trabajar con las mejores intenciones podremos ver cuán maravillosos somos.

 Nuestros hermanos mayores saben de las cualidades que tenemos y nos ayudaran con la tarea de redescubrir y trabajar en ello; nosotros solo tenemos que estar dispuestos a dar lo mejor que tenemos y hacer este bello viaje sin miedo, sin dolor con perdón en nuestros corazones y ver lo mejor de cada lección de esta vida. Pero lo más importante en lo que debemos trabajar es en no dejarnos influenciar en aspectos negativos en los cuales solo nos separan. Volvamos al camino de salir a la naturaleza, disfrutar de la danza, y el arte, liberarnos de la tecnología por el fin de semana, (yo lo hago los sábados y domingos y creo que voy en aumento). Si queremos ser libres de verdad debemos actuar de corazón y sentir que todo lo que hagamos nos conecta con el todo y que nos hace libres, sin dañarnos y sin dañar a nadie. De ahí parte la nueva conciencia. Recordemos: El amor nos hará libres.


domingo, 11 de octubre de 2020

EL MUNDO POST-PANDEMIA: UN SALTO A LO DESCONOCIDO

Definitivamente, este año, ha marcado un antes y un después: sin encuentros bélicos, ni eventos extraordinarios, el 2020, deja claro que somos, la misma humanidad y estamos conectados; es decir: lo que tú haces, genera consecuencias en mi y viceversa.


Año cuatro, numerológicamente hablando: representado por cambios profundos de estructuras. 


Estos acontecimientos en todo el planeta eliminaron la zona de confort. ¿Acaso nuestro mundo ordinario, es una gran zona de confort?; entonces, ¿es el Edén y lo había olvidado?


Al parecer, lo era, por lo menos hasta antes de la pandemia; la gran zona de confort, simplemente que había experimentado re-adaptaciones.


La pandemia logró sacarnos de esa zona de confort en su totalidad, en resumen se ha dado: “un salto a lo desconocido”.


La diferencia entre re-adaptación y el salto a lo desconocido radica en la consciencia.


Una readaptación es, por ejemplo:

1. La perdida de un ser querido

2. Un cambio de trabajo, o

3. Alguna Ruptura sentimental.

Estas situaciones, nos mueven emocionalmente y en algunos casos hasta financieramente, pero sin sacarnos de la perfecta zona de confort o paraíso. 


Repentinamente, dimos el salto al vacío. Algunos luchan por conservar su normalidad, otros se esfuerzan por descifrar o interpretar lo ocurrido y otros se paralizan. 🙀


Hago la comparación, con un panal de abejas 🐝  en la producción de miel, sí quitas a la Reina Madre; por ejemplo y la llevas al otro lado del mundo; la colmena sigue funcionando, parece magia, ¿cierto?, en realidad, es la energía. Cuando la Reina Madre muere, automáticamente, se descontrola la colmena a tal punto que se rompe la estructura hasta separarse. Sólo las abejas sobrevivientes, retoman la vida en nuevas colmenas.


Entonces, saltar al vacío, o re-adaptarse a la zona de confort, se diferencian en la consciencia y sus distintos niveles de aplicación.


Saltar al vacío de forma consciente es permitir que la vida se exprese. La certeza del cambio, trae la incertidumbre como única opción valida. Mientras que re-adaptarse es mantener viva la posibilidad de que en algún momento todo volverá a ser como antes. Saltar es, un viaje; un viaje hacia el autoconocimiento y evolución personal.


Durante el viaje, encontrarás incomodidades que se transformaran en dones, necesarios para desarrollarte como ser humano y lograr un propósito mayor.


La incomodidad y la ansiedad, te empujan a progresar; mientras que la tranquilidad y la comodidad te estancan.


Durante el salto, la sensación de miedo es el indicador de que la meta esta a tu altura.


Durante la caída tendrás que superar resistencias, para eso ten en cuenta:

1. La claridad de tu propósito de vida: no te engañes, haz como hizo Ulises al oír el canto de las sirenas, que a pesar de lo aturdidor, se ató fuertemente al mástil, para no perder el rumbo

2. La readaptación es continua: la madurez no es alcanzar un punto de adaptación concreto, es reutilizar tus propios recursos interiores para acceder a recursos exteriores en cualquier situación.

3. Recuerda que, es solo un momento de disrupción: construyes-destruyes; cierras-abres; pasearte por los extremos se hace necesario para generar nuevas estructuras, hábitos o creencias. Es como la madriguera de Alicia, el espejo de Narnia o la píldora de Matrix, al estar frente a ellas, sólo nos queda, elegir.


Al saltar, dejamos atrás:

1. Las excusas: suelta las justificaciones, asume la responsabilidad de tu destino. 

2. Las limitaciones: como la edad, el tiempo, las capacidades o herramientas; en

realidad, no existen, cuando deseas alcanzar tus objetivos. Solo ponle pasión, existen miles de ejemplos de personas que comenzaron su camino de realización con avanzada edad: Darwin escribió: “El origen de las especies” a los 50 años, Coronel Sander, dueño de Kentucky fried chicken a los 62 años

3. Confía: el humano tiene una gran capacidad de reinvención y adaptación innata, conservando la curiosidad, humildad y determinación.


Cierro con una historia: 😉

“Un Maestro sabio y su discípulo paseaban por el campo cuando se encontraron con una humilde casa 🏠 de madera que estaba habitada por una pareja 👫y sus tres hijos. Todos iban pobremente vestidos, con ropa sucia y rota. Sus pies estaban descalzos y en el entorno se notaba de una pobreza extrema.


El Maestro le preguntó al padre de familia: ¿cómo hacían para sobrevivir, ya que, en aquel paraje no existían industrias ni comercios, ni se veía riqueza por ninguna parte. El padre de familia le contestó: “Mire usted, nosotros tenemos una vaquita 🐄 que nos proporciona varios litros de leche cada día. Una parte la vendemos y con el dinero 💵 compramos otras cosas, y con la otra parte la usamos para consumo propio. De esta forma sobrevivimos.”


El maestro agradeció 🙏 la información, se despidió y se fue. Al alejarse le dijo a su discípulo “busca la vaquita, llévala al precipicio y empújala al barranco”. 


El joven quedó espantado 😳, ya que la vaquita era el único medio de subsistencia de aquella familia. Pero pensó que su Maestro tendría sus razones y, con gran pesar, llevó la vaquita al precipicio y la empujó, aquella escena se quedó grabada en su mente durante muchos años.


Al cabo de un tiempo ⏳ el discípulo, culpabilizado por lo que había hecho, decidió dejar al Maestro, volver aquel lugar y disculparse con aquella familia a la que había hecho tanto daño. Al acercarse hacia aquel paraje vio que, ahora habían arboles, una preciosa casa, un automóvil aparcado y muchos niños jugando en un maravilloso jardín.


El joven se sintió triste y desesperado al imaginar que aquella humilde familia hubiera tenido que venderlo todo para sobrevivir. Preguntó por la familia que vivía antes en aquel lugar y le contestaron que seguían allí, que no se habían marchado. Entró corriendo a la casa y se dio cuenta de que la habitaba la misma familia que antes. Entonces preguntó al padre de familia que había pasado, y este con una amplia sonrisa contesto 😀: “Teníamos una vaquita que nos proporcionaba leche y con la que sobrevivíamos. 


Pero un afortunado día la vaquita se cayó por un precipicio y se murió. En ese momento nos vimos obligados a hacer otras cosas, a desarrollar otras habilidades que nunca habíamos imaginado poseer. De esta forma comenzamos a prosperar y nuestra vida cambió.”


Gracias, por regalarte unos minutos para leer. ¡Te dejo un abrazo cuántico de Luz! Recuerda que la meta es el AMOR. ❤️


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Con amor,

Mary Quintana


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