Hasta hace apenas 12 meses, para la gran mayoría de nosotros, la navidad representaba una época que nos llenaba de luces, alegrías, compartir, reuniones sociales, intercambios y disfrute.
Esta navidad, comenzó mostrándose tímida, por la pandemia, creíamos que nos las saltaríamos como las demás temporadas, de repente, ocurrió algo mágico.
La magia navideña se impuso por encima del miedo. Cada hogar, empezó a desbordar una creatividad maravillosa, mostrada a través de la ventana de las redes sociales. Esa Magia desbordada la llamo: amor.
El amor, como la única fuerza iluminadora del camino más oscuro. El amor que afloró en cada uno la fuerza para elevar la vida.
Gracias, gracias, gracias, se ha repotenciado el significado de la navidad.
¡Bienvenida navidad!, que vienes acompañada de la magia del amor, a pesar, de sabernos vulnerables, descubrimos lo verdaderamente importante: la capacidad de adaptabilidad a los cambios.
Seguimos viviendo la crisis, sin embargo, la magia navideña, nos trajo ese respiro para reconectarnos con el amor y con nosotros mismos.
Aún seguimos cuidándonos: mantenemos el distanciamiento social y ahora combinamos los vestidos con los tapabocas.
A pesar de todos los episodios dolorosos que nos deja este año, soltamos el sufrimiento para seguir adelante y recibir la magia de la navidad.
La mejor manera de asumir una actitud contagiante es el agradecimiento:
- Gracias, por cada amanecer
- Gracias, cada equivocación es una nueva manera de reinventarse.
- Gracias, por los recuerdos que nos dejaron los seres queridos que partieron de este plano, a pesar del dolor, queda la comprensión, de que es un cambio de forma y que como energía seguimos conectados.
- Gracias, por la separaciones, estas son una forma de reordenamiento en los sistemas de la vida.
- Gracias, por las uniones, la perfecta demostración del amor infinito.
- Gracias, por cada nacimiento: la demostración de la evolución.
- Gracias, por cada experiencia, cada momento de este año que nos transformó en mejores humanos.
Ahora conozco y disfruto la incertidumbre; proyecto o visualizo, pero NO planifico, comprendo que todo es parte de un momento de disrupción que todo depende sólo de mis elecciones y no todo es para siempre.
Lo mejor de todo es, mantener claro el propósito de vida, confíar en nosotros mismos y en el universo.
Te invito a que me escribas algunos motivos por los cuales agradecer o comentes algo que te ha dejado este año.
Gracias, por regalarte estos minutos para leer. ¡Te dejo un abrazo cuántico de Luz! La meta es el AMOR.
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Un gusto,
Mary Quintana
