Vivimos sumergidos en una burbuja llena de: preocupaciones, depresiones, angustias.
Toda nuestra atención se centra en: el que hacer para quedar bien con lo externo. Pagar deudas, cumplir con lo prometido, ¿se te hace familiar?.
Desde muy pequeños, nos condicionamos a rutinas y hábitos que nos desconectan de la vida. Esa desconexión desvanece los colores y vuelve gris la vida. La desconexión te hace perder el sentido de la vida y te deja enganchado en el sufrimiento. Es elección de cada uno, quedarse enganchados en ese sufrimiento o moverse hasta encontrar de nuevo, sentido de vivir.
Siempre, ocurren circunstancias o encuentras personas que te ofrecen luces o herramientas para despertar y salir del sufrimiento, es cuando el alma regresa al cuerpo.
La chispa enciende, el anhelo por vivir, en consecuencias comienzas a fijarte en los hermosos detalles del Planeta Tierra y del universo.
El propósito de la vida, no es la pasión del individuo, es el sentido por el cual vivir. Y que mejor sentido de la vida que vivirla.
Vivir para vivir es, nacer a cada instante, como lo dice Erich Fromm.
Vivir para vivir es, tener la certeza de que nada, ni nadie, te puede ser arrebatado.
Vivir para vivir es, confiar en ti mismo y saber que eres amado.
Vivir para vivir es, hablar y sentir desde el corazón
Vivir para vivir es, observar la belleza escondida en cada ser vivo u objeto que te rodea
Te regalo esta historia de autor desconocido:
“Se cuenta que hace mucho tiempo, la belleza y la fealdad que eran hermanas, siempre andaban tomadas de las manos por todo el mundo. Un día, caminando por la orilla de la playa, la belleza le dijo a su hermana la fealdad que: tomaran un baño en ese hermoso y esplendido mar y así fue. Estuvieron todo el día jugando en el mar.
Al llegar el ocaso, la fealdad le dijo a la belleza que estaba cansada y que prefería salir y esperarla en la playa. Cuando la fealdad se iba a vestir, noto que sus vestidos eran unos trapos sucios, feos y rotos, al compararlos con lo de su hermana la belleza que eran unos vestidos limpios, claros, cristalinos, como el agua del manantial más puro que te puedas imaginar. Sintió envidia, así que dejó sus trapos sucios, feos y rotos en un lado y se puso los vestidos limpios, claros y cristalinos de su hermana. Luego se fue a pasear por el mundo dejando la belleza abandonada.
Cuando la belleza salió del agua se sorprendió al no encontrar su ropa y no le quedó mas remedio que colocarse los trapos sucios y rotos de la fealdad. Se fue muy triste en busca de sus hermana, a quien nunca encontró.
Desde entonces, todas las personas nos podemos confundir porque nos dejamos guiar por lo que se ve fuera, ignorando que puede ser lindo por dentro e ignoramos que la belleza externa, podría ocultar algo oscuro dentro.”
Te invito hacer un ejercicio, es tu elección experimentarlo las veces que desees, de cada actividad que realices o intercambio con personas busca lo mas hermoso que le pueda rodear o descubrir al tratar. Este ejercicio te reconecta con el sentido de la vida, te motiva a mostrar tu belleza interna que al encontrarla comienzas a observarla en todo lo que te rodea.
El brillo del sol cada, mañana, te recuerda cuanto puedes brillar
La risa de un niño, te recuerda la espontaneidad de reír, que no hacen faltan grandes motivos para hacerlo.
Las flores te muestran los infinitos colores con los que puedes pintar tus pensamientos.
Tus manos son las fuentes infinitas de caricias que te puedes regalar y regalar a otros y al hacerlo manifiestas lo que eres: amor.
Date el permiso de, vivir para vivir y sé feliz.
Gracias, por regalarte estos minutos para leer.
¡Te dejo un abrazo cuántico de Luz!
La meta es el AMOR.
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Contigo,
Mary Quintana
