sábado, 27 de junio de 2020

El amor de pareja transforma


El amor de pareja transforma


Por: Corina Hernández

Normalmente huimos de las relaciones desde el temor de poder sufrir más que de disfrutar, nos quedamos anclados en heridas del pasado y rechazamos cualquier acercamiento a una propuesta romántica, y sí, aunque busquemos rituales en revistas, la internet o de la mano de un esotérico especialista que nos presente la fórmula mágica para conseguir el amor y hagamos todo el procedimiento al pie de la letra, al llegar el tan invocado amor… ¡Tras! lo rechazamos.


Sería bueno preguntarnos:

¿Por qué? ¿Acaso el miedo es más fuerte que el amor?

¿Acaso me gusta estar más cerquita del drama, la queja y la posición de víctima que del disfrute, la segregación de serotonina y dopamina que tanto placer me traen?

¿Por qué me condiciono a vivir?

¿Qué tengo miedo a experimentar?

¿Por qué le pongo límites al amor?

 ¿A qué se debe que sea tan exigente?

¿Por qué espero del otro algo que no me puedo dar a mí mismo?

La lista de preguntas podría ser infinita.


La realidad es que estamos diseñados para experimentar el amor de pareja. Si Dios es uno y nos hizo en parejas para que nos complementemos, algún propósito eso debe tener, no nos diseñaron hermafroditas para contar con todas las funciones físicas, biológicas y psíquicas, sino que por lo general lo que me falla a mí, lo tienes tú y lo que te complementa a ti, te lo puedo otorgar yo.


Entonces, ¿a qué se debe toda esa rebeldía de tantas personas que gritan a los cuatro vientos?:

¡Estoy absolutamente completa, no me hace falta nadie!
¡Si no cumple mis expectativas, le mando al carrizo!
¡Mejor sola, que mal acompañada!
¡Es un bueno para nada!... y esta lista también es extensa.

          Desde los arquetipos de la mitología griega, que son mi punto de referencia, ya que son Dioses más humanizados que los de otras culturas, debido a que en sus mitos y leyendas nos muestran tanto su luz, como su sombra, he descubierto que desde la pareja primordial Zeus-Hera surge una relación de unión en resignación o de amor-odio, o de guerra con derechos, queremos de alguna manera controlar o dominar al otro, exigir ciertas cosas y cuando las obtenemos, nos aburrimos y queremos pasar a otra cosa.

                ¡Bendito sea! Nuestro nivel de inconformidad es tremendo y jugamos al autoboicot de forma inconsciente, parecemos zombis o títeres manejados por algunos demonios enormes que gozan de lo lindo al reírse de nuestras confusiones y hacernos creer que queremos una cosa, para luego darnos cuenta de que queríamos otra.


                   Por más aislados que estemos, la conciencia y la energía de otros nos afectará. La conexión entre las personas es uno de los objetivos más importantes de la creación, aunque nos planteemos que estar solos es más fácil, no hay forma de que estemos bien así, si tu medio ambiente no lo está. Ego, autoestima, finanzas, todos los problemas vienen de los demás y nuestras valoraciones dependen de la calidad de nuestras interacciones.

                Venimos al mundo a transformarnos y nuestras interacciones están diseñadas para ayudarnos a mejorar, son unas herramientas que nos facilitan el autoconocimiento y la propia evolución, son nuestros propios contratos álmicos (aunque no sepamos porqué nuestra alma se ha puesto tan creativa) que nos plantean los desafíos, nos muestran nuestras debilidades, dónde estamos bloqueados, dónde tenemos la capacidad de expansión, cómo está nuestro ego y cómo está nuestra alma.

                No sería mala idea mirarnos al espejo y preguntarnos ¿quién soy? Porque los demás nos responden siempre lo que debemos mejorar y, aún con la incomodidad necesaria, se puede entender dónde estamos mal, por más que lo justifiquemos o lo neguemos. Además, hay un ser que no tiene pelitos en la lengua para abocarse a esta extraordinaria tarea, sin siquiera habérselo pedido ¿saben de quién se trata? Correcto, lo adivinaron: ¡nuestra pareja! Y encima, no cobra por ayudarnos.

 La relación de pareja es una herramienta de crecimiento, no un fin. Lo que sucede es que en la mayoría de las historias que nos muestran a nivel comercial y con intención de frustrarnos para así alentarnos a comprar lo que nos venden, por medio de los comerciales, dibujan al final de la película un hermoso y adornado “Fin” justo cuando empieza la relación, pero la verdad es que la relación de pareja inicia justo allí.               


               Por supuesto, no siempre es el primero que se nos cruza en el camino, se puede conocer a alguien simplemente con estar, pero el siguiente nivel es CONSTRUIR, y construir con un cargamento de creencias limitantes tales como abandonos, problemas espirituales, emocionales, entre otros.

                Por ejemplo, si yo les digo ahora mismo que salgan (en la medida de sus posibilidades) a conocer a un desconocido en un minuto, van y seguramente en ese mismo minuto lo catalogan, ¡sí, lo catalogan! ¿Cómo es posible que en un minuto ya seamos capaces de crear una matriz de juicios y categorizaciones sobre alguien que acabamos de conocer? Pues así funciona nuestro cerebro y justamente es eso lo que creará más problemas: los prejuicios.

En mis seminarios suelo preguntar desde dónde nos relacionamos con nuestra pareja real y doy una lista de opciones, pues sería una crueldad de mi parte dejar una pregunta tan abierta, sin un punto de inicio o un acercamiento posible a una respuesta medianamente razonable. La lista es la siguiente:

1.       La intuición
2.       El intelecto
3.       Las emociones
4.       La atracción física.

¿Cuál escogerían? Seguro piensan que si es poco inteligente, ni que sea atlético; o que si no les produce mariposas en el estómago, no hay química; o que si la mente se lo asegura, con todos los planetas alineados ¡ese será su compañer@ de vida!

Lamento interrumpir su disertación acerca de cuál fue el punto de enganche que les llevó a escoger esa persona o que les llevaría a escogerla, en caso de no tenerla al lado. Lo que hace que nos encontremos con la persona que tiene la misma frecuencia de vibración y el mismo PH de la piel es la relación más significativa, y ¿Cuál es la relación más significativa? La relación con nuestros padres. Esto es lo que constituye el quinto elemento, el más importante y es el que más nos atrae. Es el elemento determinante, ninguno de los cuatro anteriores valen. Esa es la persona que está diseñada para nosotros, aunque es la que menos soportemos, aunque creamos que es un perfecto desastre.


Quizás estén muertos de la risa y no me crean, pero los voy a acompañar a validar lo que les expongo con un ejercicio y un par de preguntas:

Cierren sus ojos y realicen un escaneo rápido de todas sus relaciones: identifiquen las áreas que sobresalen ¿Qué sentimientos nacen? ¿Cuál ha sido el desafío? ¿Cuál es el tono? ¿Qué se repite? ¿Qué los bloquea? Y guárdenlo para entenderlos. 




Ahora, tomen lápiz y papel, permitan que su mano fluya (o en su teclado ya que ahora casi todo es digital) y escriban las respuestas a las siguientes preguntas:



En cualquier relación que tengan, revisen su tendencia quejumbrosa ¿Cuál es el bloqueo? ¿Cómo pueden estar en CAUSA y no en EFECTO? ¿Son víctimas? ¿Son perpetradores? ¿Qué existe dentro de ustedes que los separa de su alma gemela y de un montón de gente más? eso que los bloquea en sus relaciones ¿les afecta en otras áreas?

Sus almas eligen el medio ambiente que más les ayudarán a corregir sus bloqueos y la primera elección es la de sus padres y, en este particular, ni siquiera importa si los conocieron, están hechos de su sangre y esa relación en un principio definirá el resto de sus relaciones. El éxito está en usar las relaciones como vehículo, porque nos llevan a trasformaciones, de lo contrario, no sentiríamos esa urgencia por emparejarnos.

Ahora, escriban cinco características de la relación con sus padres ¿Qué la definió? ¿Cuál es el fundamento de esa relación? Miedo, admiración, abandono, apoyo, rechazo, humillación, protección, comunicación, expresión, castración, entre otras que vengan a sus mentes.

¿Qué existió en sus casas? ¡Atención! Esto no es para juzgarlos, ellos hicieron lo mejor que pudieron en su momento y con sus recursos por nosotros. Sin embargo, justamente eso es lo que nos lleva a nuestras relaciones actuales, esas son las características predominantes que se repiten y la experiencia, sea buena o mala, es “el tema”, es el idioma que sabemos hablar e incluso repetir montones de experiencias que catalogamos de errores, porque aún con los deseos más amorosos, podemos llegar a destruir, literalmente, a otra persona.

Cuando dejamos algo pendiente por resolver en una relación, se repetirá en versión aumentada, en alta definición y estéreo digital, porque como nos enseña el Zohar, una relación no se deja, hasta que se entienda el porqué entramos ahí. Y una vez resuelta, hay que dejar de “buscar” el amor y comenzar a crearlo. Enamorarse no es suficiente, eso se va volando por la ventana, esa es una emoción que debe reemplazarse por contenido, sin principio ni fin, como se construye lo espiritual.


           Un ejemplo de ello lo podrás apreciar en mi video De Mujer a Diosa, sobre la Diosa Metis, específicamente relacionado con nuestra madre en el siguiente enlace ¡Disfrútalo!
          

https://youtu.be/EN6wzfcVaVc


Corina Hernández

Especialista en Astrología Védica
Mentora Personal  y Psicoterapeuta Holística
Arquitecto &  Domoterapeuta






Caracas – Venezuela

@constructoradelser
@acropolismagica

You Tube        Unidos por la Magia Programa De Mujer a Diosa Viernes 7:45 am en Vivo

                        Acrópolis Mágica 



11 comentarios:

  1. Fabuloso he de leerlo de nuevo es muy interesante y trae grandes enseñansas aprender y comprender es evolucionar gracias...

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    1. Que bueno que te ha gustado Arisha... vale la pena hacer los ejercicios

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. De acuerdo contigo, el amor de pareja transforma. En el proceso vivimos todas las emociones posibles, siempre que seamos lo suficientemente valientes y no las abandonemos por otra que nos traerá lo mismo recargado. Y en realidad, no solo la relación de pareja, todas las relaciones, dígame las familiares. Un abrazo.

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  4. Mi querida Corona, este artículo es mágico y lleno de sabiduría como todo lo que haces, un honor ser parte de tus Diosas y seguir recibiendo recibiendo información...te felicito por todo lo que haces, un gran abrazo

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    1. Amadisima Yelena, el honor lo tengo yo de contar con una mujer como tú abierta a regalarse la sabiduría de las Diosas de mi mano. Besos infinitos

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  5. Mi querida amichi Corina..! Excelente artículo en las relaciones de pareja tomamos la fuerza de nuestro Padre que es la que nos da esa estabilidad. En nuestras relaciones por ello es tan importante el reconocimiento y la honrra a papá desde su energía masculina. Felicidades éxito bendiciones por todo lo vivido a atraves de tu experiencia y hoy sea tu gran herramienta para ayudar a tantas mujeres que se encuentren con baja autoestima Con tantos prejuicios un abrazo de corazón a corazón 💕

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    1. Mil bendiciones a mi bruja amada. La honra a nuestros padres es el primer paso para ser felices en pareja, gracias por apoyarme y ser parte de mi camino, por ser y siempre estar.

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  6. Excelente artículo. Felicidades. Gracias por compartirlo.

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  7. Amiga hermosa gracias excelente articulo
    Bueno el camino en pareja nadie dijo q era facil pero tampoco dificil.
    Comenzamos dos, pero somos un gentio a los lados el clan y mi clan, con todo lo que nos dejaron lo importante es hacerlo diferente responsable y sobretodo en amor

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