¡UN PLACER CONOCERME!

Ahora esta muy en tendencia hablar sobre el autoconocimiento, hace 25 años atrás, sólo se hablaba de autoestima. Ambos conceptos nos conducen a un mismo objetivo: mirar hacia dentro.

El concepto de autoconocimiento se maneja desde la psicología evolutiva, como la capacidad de introspección y la habilidad de reconocerse como individuo. También es una forma de expresión del amor que permite desarrollar la paciencia ante las debilidades; la humildad ante las fortalezas y el equilibrio entre ambas. El autoconocimiento es una conexión consigo mismo y el disfrute de las bondades del equilibrio interno.

Me miro frente al espejo, sé el color de mis ojos, textura de mi cabello, peso, talla, gustos alimenticios, gustos de esparcimiento, hasta el tipo de relaciones que disfruto. ¿es eso, auto conocerse?.

En realidad auto conocerse va mas allá de lo físico o material, el autoconocimiento es un proceso intimo y muy personal conformado por varias fases; ellas no tienen orden, ni tiempo determinado, ni obligación de experimentarlas; simplemente van aflorando, en la medida en que se va profundizando en este proceso, a continuación menciono las fases:

1. Auto concepto: lo que creemos de nosotros mismos.

2. Autoimagen: como nos percibimos.

3. Auto aceptación: como nos reconocemos.

4. Autocontrol: es la expresión de emociones con la libertad de interactuar con

ellas de forma constructiva.

5. Automotivación: es la forma más profunda del contacto intimo; es

repotenciarse a partir de la fuerza interna.

Ejercitar el autoconocimiento aflora herramientas y competencias como: la autoconfianza, autoestima, autodisciplina y autogestión. Es saber lo que quiero de la vida y gestionar las emociones para lograrlo. El resultado final es experimentar la PAZ consigo mismo y con la realidad.

A mayor autoconocimiento, obtengo mayor capacidad de alejarme de frustraciones o decepciones. Su practica constante optimiza la inteligencia emocional.

La emocionalidad es un eje transversal y su intensidad bloquea o facilita la materialización de realidades increíbles. El manejo consciente de las emociones facilita el proceso de autoconocimiento, para ello es necesario:

1. Identificarlas: saber que esconden, especialmente, detrás de una reacción, aprovecho para diferenciar: reacción y respuesta. La reacción es instintiva, producida por una emoción escondida dentro de otra, generada por un estimulo de menor intensidad a la reacción; por ejemplo: el miedo tiende a esconderse dentro de la rabia, la reacción visible, es gritar, ante un estimulo menor al efecto que se produce; aquí se involucran, los juicios. La respuesta por el contrario, es consciente, muestra una adecuada gestión emocional, es armónica entre el lenguaje, postura corporal y el estimulo que la origina.

2. Manejo de la respiración: es esencial, permite liberar tensiones y relajarse

3. Control de los pensamientos: es ejercitar la mente con pensamientos positivos, dejar la mente en blanco o repasar sin parar, virtudes o éxitos para

generar un cambio de la realidad mediata.

Auto conocerse, afianza el autoestima; es decir el autoconocimiento es un proceso que se trabaja, mientras que el autoestima nace con la persona, en diferentes niveles: alta, media o baja.

El autoestima es, la valoración base que tenemos, se sustenta en creencias, patrones o emociones. El autoconocimiento contribuye a incrementar el nivel de autoestima, ambos procesos están inmersos, pero unidireccionalmente: del autoconocimiento a la autoestima. La diferencia entre ambas es que el autoconocimiento es electivo, mientras que con el autoestima se nace.

Para mejorar el autoestima:

1. Potencia tu auto concepto: aquí hay que saltarse, el umbral de: soy buen hijo, buen padre, buen esposo. Aprovechemos su construcción para dejar el perfeccionismo material; y enfócate; autores como: Water Riso, Louise Hay, Alex Rovira, Enric Corbera, entre otros; expresan el mejor auto concepto: somos amor. Lo demuestra el hecho de tener un corazón que late al mismo ritmo del campo magnético de la tierra, somos amor con infinitas capacidades y con la fuerza suficientes para transformarnos. Créelo.

2. Suelta los miedos y reconoce tus capacidades: repite los errores tantas veces hasta aprender de ellos.

3. Jamás te compares: compararse destruye el autoestima.

4. Acéptate y compréndete: cuando las acciones no salgan como esperabas,

trátate con cariño y respeto, abre bien los ojos y detalla mas allá de los

resultados que tenias planteados en tu mente.

5. Y por último, céntrate en tu respiración como si fuera lo único que

tienes: a partir de ella emergerá la fuerza que requieres para lograr tus

metas.

Cierro con una cita de Kathleen Keating, de su libro: Ámame mucho.

“Los actos de amor no dependen de cuanto hagamos, sino de cuanto amor ponemos en lo que hacemos.”

Gracias, por regalarte estos minutos para leer. ¡Te dejo un abrazo cuántico de Luz!

 La meta es el AMOR.

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Un gusto,

Mary Quintana